Una joven rompe barreras: se convierte en la primera universitaria de su familia y regresa a su pueblo para enseñar gratis

Luisana Luna, una joven de 22 años oriunda de Villa Río Bermejito, provincia del Chaco, ha marcado un hito en su familia al convertirse en la primera en obtener un título universitario. Graduada en el Profesorado de Ciencias de la Educación, su compromiso va más allá de su logro personal; se ha propuesto transformar la educación en su comunidad.

Un camino de desafíos y superación

Desde su infancia, Luisana ha tenido un profundo vínculo con la educación. Creció en una localidad donde la única escuela primaria era el único lugar de formación para muchos niños. A medida que avanzaba en su vida académica, su interés por la enseñanza se intensificó, alimentado por experiencias que también incluyeron trabajos en imprentas y mercerías. Su madre, a pesar de la falta de recursos, siempre priorizó la educación de sus hijos y trató de guiarlos por un camino diferente al que ella misma recorrió.

El impacto de la educación en su vida

  • Primera universitaria en la familia: Luisana representa un símbolo de esperanza y motivación para sus hermanos y comunidad.
  • Retos en la universidad: Aunque se destacó como abanderada, Luisana experimentó frustraciones al notar las diferencias en la preparación académica entre provincias, lo cual la motivó a mejorar sus habilidades, especialmente en escritura.
  • Contribución a la comunidad: Ahora que ha terminado sus estudios, su intención es volver a su pueblo y compartir sus conocimientos con aquellos que enfrentan situaciones difíciles, como la falta de recursos económicos.

Visión de futuro: educación como herramienta de cambio

Luisana ha expresado su deseo de abrir una escuela de apoyo donde los estudiantes puedan acceder a clases gratuitas. Esta iniciativa está diseñada especialmente para aquellos jóvenes que no pueden permitirse clases particulares, asegurando que nadie quede atrás en su formación académica.

Un compromiso social firme

La joven docente está convencida de que el apoyo educativo es crucial para combatir la deserción escolar. A través de su trabajo, busca:

  • Ofrecer clases gratuitas: Dedicarse a la enseñanza en su localidad para ayudar a los niños que enfrentan dificultades familiares.
  • Generar proyectos educativos: Crear talleres de cocina y actividades que fomenten el aprendizaje práctico y la educación en consumo.
  • Inspirar a otros: Ser un modelo a seguir para los jóvenes de su pueblo y demostrar que es posible alcanzar metas educativas a pesar de los obstáculos.

Los primeros pasos hacia el cambio

Antes de graduarse, empezó a dar clases particulares a primos y conocidos, y ahora está decidida a expandir esa ayuda a más jóvenes en Villa Río Bermejito. Al vivir en Resistencia durante sus estudios, Luisana valoró la importancia de tener un entorno de apoyo, el cual planea replicar en su comunidad. Está dispuesta a ser el puente que conecte a los estudiantes con el conocimiento, creando así un ambiente propicio para el aprendizaje y el desarrollo personal.

A través de sus esfuerzos, Luisana Luna se ha convertido en un símbolo de esperanza y cambio en su comunidad, subrayando que la educación es una poderosa herramienta para transformar realidades y dar oportunidades a quienes más lo necesitan.

Con una mirada firme hacia el futuro, Luisana se prepara para regresar a su pueblo y compartir su pasión por la enseñanza, con la firme convicción de que cada niño merece una oportunidad para aprender y crecer.

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