Alcance del decreto de desregulación aérea en Argentina
El Decreto 844/2024, publicado recientemente en el Boletín Oficial, establece un cambio importante en la regulación de la aviación comercial en Argentina. El mismo permite que las compañías aéreas argentinas incorporen aeronaves y tripulación extranjera para vuelos de cabotaje, siempre bajo el nombre de la empresa local. Sin embargo, no habilita a que aerolíneas extranjeras operen con sus propios aviones y tripulaciones en el país, cuestión que sigue bajo la jurisdicción de la Secretaría de Transporte de la Nación.
Nueva Función de la ANAC en la Autorización de Operaciones
Uno de los principales cambios establecidos por el Decreto 844/2024 es la transferencia de competencias del Poder Ejecutivo a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). Previamente, cualquier autorización excepcional para el uso de aeronaves y tripulación extranjera debía ser aprobada mediante un decreto presidencial, lo que generaba demoras. Con la nueva normativa, la ANAC asume esta responsabilidad, lo que agiliza considerablemente los procesos administrativos.
Este cambio no implica una relajación de los controles sobre la seguridad operacional, que seguirá siendo supervisada mediante un doble sistema de vigilancia. Las autoridades aseguran que este marco regulatorio está diseñado para mejorar la eficiencia sin comprometer los altos estándares de seguridad aérea.
Exclusión de la Política de Cielos Abiertos
Es importante destacar que este decreto no altera la política de cielos abiertos, ni otorga a aerolíneas extranjeras la facultad de operar vuelos de cabotaje en Argentina con sus propias aeronaves y tripulaciones. Dicha posibilidad está regulada por acuerdos bilaterales firmados entre Argentina y otros países, conforme a las denominadas Octava y Novena Libertad del Aire. Por tanto, la operación de vuelos domésticos con aviones extranjeros continúa siendo una decisión política que trasciende a la ANAC.
Incorporación de Aeronaves Extranjeras en Aerolíneas Locales
Un ejemplo de la aplicación de este nuevo marco regulatorio es la incorporación de dos aeronaves a la flota de JetSMART en Argentina. A partir de octubre, estos aviones, que están matriculados en Chile, podrán operar en el país sin necesidad de rematriculación. Esta flexibilización tiene como fin agilizar la operación de las aerolíneas nacionales, permitiéndoles utilizar recursos internacionales de forma más eficiente.
Desafíos Relacionados con la Seguridad Aérea
Además de los cambios normativos, Argentina enfrenta el desafío de subsanar las observaciones realizadas por la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos. Durante una auditoría realizada en abril de 2024, la FAA detectó 82 deficiencias en el sistema de supervisión aeronáutica del país. Si estas no se resuelven antes de la próxima evaluación, prevista para los próximos meses, Argentina podría perder la Categoría 1 en seguridad operacional, lo que tendría graves consecuencias económicas y de conectividad internacional.
Impacto de la Pérdida de la Categoría 1
La Categoría 1 es la calificación más alta otorgada por la FAA y certifica que un país cumple con los estándares internacionales de seguridad aérea establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Mantener esta calificación es crucial para que las aerolíneas argentinas puedan operar vuelos directos a los Estados Unidos y participar en acuerdos de código compartido con aerolíneas norteamericanas.
En caso de que Argentina fuera degradada a la Categoría 2, las aerolíneas nacionales perderían la posibilidad de iniciar nuevos servicios hacia los Estados Unidos, y aquellos que ya están en funcionamiento se verían limitados en su capacidad de crecimiento. Además, se dispararían auditorías de otras autoridades regulatorias internacionales, como la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA), lo que incrementaría los costos de operación y perjudicaría la competitividad de las aerolíneas argentinas.
Esfuerzos para Mantener la Categoría 1
Fuentes oficiales aseguran que se está realizando un esfuerzo coordinado para cumplir con las recomendaciones de la FAA. Estas medidas incluyen la actualización del marco regulatorio aeronáutico, la implementación de certificaciones adicionales y la capacitación continua del personal. La pérdida de la Categoría 1 no solo afectaría las operaciones internacionales, sino que también tendría un impacto negativo en la capacidad de Argentina para atraer inversión extranjera, un factor clave en el contexto económico actual.
En Conclusión
El Decreto 844/2024 marca un paso importante en la desregulación aérea en Argentina, al agilizar los trámites para la incorporación de aeronaves y tripulaciones extranjeras bajo empresas locales. Sin embargo, persisten desafíos importantes en materia de seguridad aérea, como la necesidad de mantener la Categoría 1 otorgada por la FAA. El éxito de estas iniciativas dependerá de la capacidad del gobierno y de la ANAC para equilibrar la eficiencia operativa con la seguridad, garantizando que el país continúe siendo un actor competitivo en el mercado de la aviación internacional.