Sofía Levo: “La quiropraxia mejora la calidad de vida de las personas”
Tiene 39 años, es kinesióloga recibida en la UBA, y hace seis años realizó un postgrado para ajustar las vértebras en las columnas de las personas. En medio de la pandemia se animó a subir videos en TikTok y en pocos meses se transformó en una sensación. La historia de la mujer que abrazó esta disciplina como una filosofía de vida y hoy, aunque tiene un desgarro en el aductor de la pierna izquierda y fisura de la rótula derecha, corre noventa kilómetros semanales.
A pocas semanas del inicio del invierno el termómetro en Buenos Aires marca dos grados y el frío en Nordelta penetra la piel y se siente hasta en los huesos. Mucho más cuando se camina o se corre por el pasto escarchado que humedece y moja las zapatillas. Son las siete de la mañana y los primeros rayos que se filtran entre las nubes intentan levantar la temperatura de un día de julio que promete ser como casi todos los del mes: de frio casi polar.
En el medio de ese paisaje que se asemeja a El Otoño, del pintor italiano Giuseppe Arcimboldo, Sofía Leveau -la mujer quese convirtió en los últimos meses en una estrella en las redes como Sofi Levo-, corre un promedio de once kilómetros diarios en cincuenta minutos, un tiempo envidiable para cualquier deportista amateur. En el mismo momento en el que realiza su actividad física, la quiropráctica consigue entrar en un estado de meditación profunda donde se concentra en el proceso que genera su cuerpo mientras entrena. “Para que los músculos puedan moverse es necesario que las neuronas recluten fibras y envíen señales eléctricas a las placas motoras. Cuando empezamos a correr, nuestro cerebro realiza distintos procesos para que las contracciones y el organismo sea más eficientes”, asegura Leveau.
Según la profesional que en los últimos años causó una revolución en las redes con sus videos titulados “Quiropraxia con Sofi”, pensar en cómo funciona el cuerpo humano a la hora de correr, le permite entrar en un estado de conexión física y emocional. Una habilidad que muy pocos consiguen aunque lleven años de entrenamiento. Pero lo que termina convirtiéndola en una especie de “Mujer Maravilla”, es cuando confirma que los 90 kilómetros semanales los realiza “con el aductor de la pierna izquierda desgarrado y con una fisura en la rótula derecha”.
Historia de vida. Sofía Leveau nació el 16 de septiembre de 1982 en Mercedes, pintoresca ciudad de la provincia de Buenos Aires que se encuentra a 105 kilómetros de Capital Federal. La menor de las cuatro hermanas mujeres –las otras tres se llaman Carolina, Daniela y Luciana-; fue la única que siguió el legado de Roberto y Norma: dos distinguidos kinesiólogos de la ciudad.
“Papá fue jugador de básquet profesional y él nos inculcó la pasión por la vida sana y el deporte”, asegura Sofía en su consultorio de Nordelta donde atiende (junto al otro que tiene en el centro porteño) un promedio de 60 pacientes por día de lunes a viernes. Para ella, crecer al lado de una leyenda del deporte argentino –su papá jugó en Boca, Obras Sanitarias, Vélez Sarsfield; y quedó en la historia como el único tandilense que llegó a la Selección Nacional-, le sirvió de ejemplo para su futuro y su carrera.
Abrazando el mandato familiar, luego de terminar el colegio secundario -cursó en un instituto de monjas y quinto año lo hizo estando embarazada- decidió seguir los pasos de sus padres. A los pocos meses del nacimiento de su hijo Francisco –hoy tiene 22 años-, se vino a Buenos Aires a estudiar la carrera de kinesiología en la UBA. Luego de recibirse y contradiciendo el dicho popular que pregona que “nadie es profeta en su tierra”, comenzó a atender pacientes en su querida y añorada Mercedes. Por su ángel, carisma, y buen trato; rápidamente se convirtió en una profesional destacada. Pero en un momento de profunda reflexión interna, decidió dejar la comodidad de su ciudad natal, armó sus valijas, y se mudó a la ciudad de la furia.
“Acá me especialicé en rodilla y trabajé en el consultorio en el barrio de Núñez de Rubén Araguas, quien fue kinesiólogo de Boca en la época de Carlos Bianchiy de la Selección Argentina. Pero internamente sentía que algo me faltaba… Me había recibido, tenía mis pacientes, mi carrera iba en pleno ascenso, pero no era del todo feliz con lo que hacía…”, confiesa. Cuando volvió a mercedes a visitar a la familia, habló esto con su papá y juntos decidieron hacer un postgrado de quiropraxia, disciplina que iba a cambiar su vida para siempre.
“Yo era una de las profesionales que juzgaba la quiropraxia”, asegura la mujer que hoy es estrella en TikTok por sus videos en sus consultorios, y cuenta cómo algo que para ella era un prejuicio, terminó transformando su vida. “Me encontré con un mundo que jamás imaginé. Lo que más me cautivó fueron los tres pilares fundamentales que enseña la quiropraxia y que se basan en su filosofía, su ciencia, y su arte”. En esta disciplina creada por el estadounidense Daniel David Palmer en el año 1895, descubrió que “el cuerpo tiene todo para encontrar el equilibrio que necesita”.
Esto produjo un cambio trascendental en su vida. Sofía se hizo vegana, dejó de comer carne, de fumar, de tomar alcohol, comenzó a practicar varios ayunos al mes, y corre 90 kilómetros por semana. Además, trabaja ocho horas por día atendiendo pacientes y si hoy alguien quiere pedir un turno para atenderse en cualquiera de sus dos consultorios, tiene que esperar casi dos semanas. “Mi vida cambió para mejor. Conseguí una paz mental y espiritual que nunca había tenido”, afirma.
La nueva estrella de TikTok. Lo sorprendente, cuando alguien llega a los lugares en los que atiende, es el promedio de edad de sus pacientes. Cuando se habla de “quiropraxia y de ajuste de columna”, lo primero que se viene a la mente son personas de la tercera edad que llegan con bastón producto de dolencias insoportables. Sin embargo, entre la gente que atiende Sofía, sólo el 10 por ciento presentan estas patologías. La mayoría son papás o abuelos que llegan recomendados por sus hijos o nietos, y las edades oscilan entre 8 y 20 años: “Por la columna vertebral pasa nuestro sistema nervioso central y desde ahí se controlan todas las funciones del cuerpo. Hoy vienen muchos jóvenes a chequear su columna porque esto les permite rendir más a la hora de practicar una actividad deportiva, o les da mayor poder de concentración para rendir un examen”, relata.
Estas nuevas generaciones que descubrieron “este verdadero milagro”, la siguen en las redes, viralizan sus videos, y la transformaron en una influencer con miles de visitas. “Salgo a la calle y los chicos me piden autógrafos como si fuera una actriz o una cantante infantil. Ellos apuestan por una vida más saludable donde el cuerpo y la alimentación son prioridad. A veces hasta yo me sorprendo de la gran cantidad de personas que me paran en la calle o me cruzan y me dicen: ‘¡Hola! ¡Quiropraxia con Sofí!’”.
-¿Cómo se dio este boom?
-Fue en el medio de la pandemia. Abrí el primer consultorio de Capital y justo antes de la inauguración… ¡se cerró el país! Ahí empecé a hacer en casa unos videos para TikTok. Los primeros los hice con mi hijo y lo que buscaba era una forma divertida de explicar de qué trata la quiropraxia. Fue tanto el éxito que este año viajé a Londres y la gente me paraba en el aeropuerto para pedirme fotos.
-¿Tus papás qué te dicen?
-¡Están felices! Me cuentan que la gente en el consultorio de ellos les preguntan: “¿Ustedes son los padres de Sofía? ¡La seguimos siempre por las redes!”. Todo lo que hago tiene mucha repercusión y hasta me llaman de otros países para preguntarme si tengo pensado viajar para atender.
-Tu hijo Francisco tiene 22 años: ¿también se ajusta las vértebras de la columna?
-¡Sí, es mi primer paciente! La realidad es que se convenció cuando vio el cambio y la transformación que esto causó en mi vida. Estudia Ingeniería Mecánica en la UTN y aunque tiene una mente estructurada por la carrera que eligió, viene a chequearse una vez por semana.
-¿Por qué tantas personas decidieron comenzar a ajustar su columna?
-Porque la gente descubrió que la quiropraxia les mejora la calidad de vida. Cuando lo probás y ves los resultados no lo dejás nunca más. El poder que tiene nuestra mente es infinito. Hoy los médicos te dicen que “una persona se puede enfermar de cáncer por problemas emocionales”. Pero cuando le decís que “se pueden curar de la misma manera”, te miran como si fueras una mano-chanta.
-¿Tu gran fortaleza mental es la que te permite correr 90 kilómetros semanales aunque estés desgarrada y con la rótula de la rodilla fisurada?
-Sin dudas, como te dije anteriormente, la cabeza es todo. Somos más energía que materia. La materia duele, se rompe, se debilita, pero la energía no. Cuido mi cuerpo como si fuese un templo sagrado. Y eso es lo que me ayuda a desafiar cualquier parámetro establecido. Lo que te aconseja un médico es que: “Si estás desgarrado tenés que parar hasta que la herida cicatrice”. Yo, con mi propio ejemplo, puedo demostrar que eso no siempre es verdad: todo depende de la fortaleza mental de cada uno.
-Parece increíble lo que estás contando…
-Pero es la verdad. Manejo el dolor porque conozco mi cuerpo y mis limitaciones.
-¿Crees que si un deportista profesional se ajusta la columna podría rendir mucho más?
-Totalmente. Y lo bueno es que las nuevas generaciones, esas que estudian, trabajan, o practican algún deporte de alto rendimiento; se dieron cuenta que cuando ajustan su columna rinden mucho más y mejor.
Por Sergio Oviedo
Fotos: Enrique García Medina