Conocé a Astrokate, la artista revelación que fusiona trap con tango
«Vengo de una generación imparable con ansias de libertad»
Soy tanguera, el tango es un sello bien argento. Lo llevo en las venas, de hecho me encantaría que tuviera mayor difusión incluyendo al nuevo tango. De ésta manera, poder fusionarlo con el trap y la música urbana ya que en parte comparten el origen de surgir en la calle y en la mixtura de culturas. Se expresan con distintos lunfardos pero hablan de las mismas cosas que pasan, de las desigualdades y las críticas a la sociedad, de la romantización de las ciudades y la nostalgia, de la noche, las drogas y la farra, del amor y el desamor, de la familia y de los amigos. El tango es folklore de éste país como lo está siendo el trap en esta época, que también se considera un estilo de vida. Para mi el trap es un canal, es movimiento, revolución y renacimiento. Y me encanta fusionarlo y pensarlo hasta combinado con neotango, como si fuese un tango post-apocalíptico. Me gusta lo diferente, hacer cosas nuevas, innovar, eso es lo que persigo. Sin discriminar géneros, sino siendo atravesada por ellos, viviéndolos para sentirlo propio de verdad.
– ¿Cómo llegas a hacer la música que hacés hoy?
Surgió por la pandemia, necesitaba hacer música y eso me llevó a explorar éste mundo de la producción y a ponerme en contacto con personas que sabían cómo hacerlo. En mi vida anterior a la pandemia, estaba acostumbrada a otra dinámica, a la música en vivo, juntarse a componer y ensayar con artistas, a grabar en estudios, cantar en el micrófono abierto de alguna milonga, o viajar por el mundo cantando en la calle y viviendo de eso, exploraba la música a través del contacto con los demás y con el mundo, mucho más cercana esa conexión…y luego la introspección de la cuarentena me llevó a jugar con la música desde otra perspectiva, y animarme a lanzarme como solista para seguir aprendiendo, a conectarme con la misión que vive conmigo y a aventurarme. Esto implica actualización constante, linkearte con los demás a través de las redes, en lo que soy bastante nueva, y autogestionarme como artista en pleno aislamiento. Fue conectar a pleno con la tecnología y dejar surgir en mí a Astrokate, que en el peor año igual pudo nacer contra viento y marea.
– ¿Entonces estás haciendo Trap-Tango y en capítulos?
Si, por un lado, vengo llevando a cabo éste proyecto, que forma una suerte de EP (una reproducción extendida) con 3 piezas que estoy lanzando individualmente, ya que son parte de un todo, una serie de tres capítulos audiovisuales que van contando mi historia y más. Por eso la decisión de masticar y madurar mucho cada canción a todo nivel. Busco que sea ese mini álbum que siempre haga honor a mi origen y refleje mi honestidad en la propuesta. Los ritmos de la música rioplatense son el núcleo de ésta obra, la cadencia urbana se funde con nuestras raíces y su lunfardo, que remite a la noche porteña, al pasado, al presente y al futuro. El primer capítulo «La llegada», ocurre de madrugada en Buenos Aires, la canción es Humo Del Fa, es de otra dimensión, tanto la música fusión trap-tango, como el viaje sensorial y urbanístico invitan a vivenciar esa nostalgia de un paseo solitario y también la sensualidad de una cita íntima, propia, antes del amanecer. El segundo es un atardecer en Chascomús y el tercer capítulo-video es una noche en La Plata. No les cuento más para que vayan a verlo, y paseen conmigo por la Costanera (jajaja). Todo dentro de ésta obra de tres partes tiene un sentido, una llegada, un origen y un despertar…de hecho, estamos de estreno para el capitulo El despertar! Ya está en mi canal de Youtube, suscribanse a ASTROKATE, la canción se llama Endiablá y también está en todas las plataformas. Requiere de muchísimo trabajo y amor, más aún en este contexto mundial, por este motivo junto a este gran equipo con el que materializamos el concepto estamos felices del resultado obtenido. Una alegría dentro de tantas noticias tristes.
– ¿Por qué Astrokate?
El nombre Astrokate está muy conectado con lo astral, pero también decimos astro cuando nos referimos a una persona que sobresale en una actividad o profesión. Astrokate es ante todo Capricorniana, por lo tanto sí, es Astro porque siempre da lo mejor y se identifica con esa meta de competir consigo misma, alentarse a más, y laburar para conseguirlo, es alusivo a la carrera por delante. Kate, porque así me llamo. Si, mi vieja ya me puso el nombre de estrella, de astro hollywoodense, (jajaja). Nací siendo Astrokate, solo que eso estaba esperando para salir a la luz y al mundo, tenía que aprender alguna data antes. Para los que les gusta guiarse por lo astral como a mí, les digo algo para graficar este pensamiento, nací un 4 de enero, básicamente el día más cercano al sol y en una madrugada donde había un eclipse anular de luna. Soy capricorniana, ascendente en Acuario y con un stellium total de todos los planetas en la casa XI (la casa once tiene que ver con los grupos, la colaboración a la humanidad), y bueno eso me da la energía suficiente para llevar a cabo lo que siento como misión. Mi gran tarea es transformarlo todo a través del arte, innovar siempre y hacer honor a mis raíces y al cosmos. Puede sonar pretencioso pero quiero hacer homenaje a la cultura de la humanidad y a las cosas maravillosas que tenemos. Tengo raíces en muchos lados del mundo pero sobre todo soy humana..y Argentina carajo! (Jajaja).
– ¿Cómo conectaste con la música?
Por un lado, mi abuelo había sido músico de tango desde pequeño así que cuando pasaba tiempo con él a diario había un tango sonando en la radio. Sin embargo empecé a jugar con micrófonos de juguete desde una edad imposible, usaba pañales y todo objeto era bueno para jugar a cantar con un micrófono. Me identifica lo que la madre de una amiga solía decir «Cuando nació no lloró, cantó un tango». Desde chiquitita ya empecé con las clases de teatro, baile, artes plásticas y a participar en coros, ya quería ser artista. A los 12 me encantaba el rap, bailaba hiphop y ya a los 14 estaba enamorada del tango y me gustaba bailar reggeaton, pop y candombe. Me gustan múltiples géneros, quiero experimentar todo, encuentro placer en la música, he bailado flamenco y cantado obras de Europa del Este en alguna gira coral, soy una fanática del reggae y me encanta danzar rondas de chacarera. He formado parte de bandas de rock latinoamericano y he cantado en bandas de cumbia, también en mis tiempos de meditación y yoga me gusta escuchar música celta que me conecta con algunos orígenes. Me siento diversa porque es la música en sí la que me atraviesa. Siento algo similar a esa famosa cita que dijo Nietzsche: «La vida sin música sería un error».
– ¿En dónde naciste?
Nací en Buenos Aires, por eso ocurre allí el primer capítulo de la serie, es autorreferencial, es mi llegada. De hecho los elementos de la composición audiovisual están completamente diseñados por eso. A Chascomús le corresponde el siguiente capítulo porque fue el lugar donde me crié, allí es el origen de todo, el contacto con la naturaleza mientras crecí fue clave para mi creatividad, el sonido de los tambores candomberos en cada atardecer, poder acceder a un conservatorio municipal aunque me haya ido mejor en mi aprendizaje autodidacta, es una ciudad que me dió muchas herramientas y el espíritu de los escenarios, los festivales de tango, el teatro. Cuando terminé el colegio volví a Buenos Aires, mi gran amor, pero me comió cruda la ciudad, yo era una niña de pueblo con sueños enormes y Capital es la ciudad de la furia. En ese entonces estudiaba el CBC (ciclo básico común) en la UBA durante el día y aún no me decidía si estudiar Arquitectura o estudiar Imagen y Sonido, y por las noches iba a clase con algun grupo de teatro. Ese ritmo intenso me mudó a La Plata donde fue el despertar de todo lo que soy hoy. Por eso el capítulo estreno ocurre en ese lugar, en los rincones de una fiesta, donde el erotismo y el mundo onírico se mezclan más allá de nuestra razón, vinculando deseos de nuestra psiquis con la realidad.
– ¿Cómo fue formarte en La Plata?
La Plata es una ciudad reconocida por ser generadora de arte y de grandes personas de la música, pero es mucho más que eso, es alto point. Ya de por sí, es una ciudad planificada a partir de geometría sagrada, es higienista por sus lineamientos y su paisajismo y a nivel arquitectura es muy atractiva. Lo mejor es que tiene muchas universidades públicas que hacen que la habiten muchisimos jovenes de todas partes. Esa ciudad y su mixtura cultural es enriquecedora. En seguida la adopté como propia y me formé academicamente en la UNLP (Universidad Nacional de La Plata). Allí estudié la carrera de Arquitectura, y soy una apasionada y trabajadora arquitecta. Mis ganas de Cine me llevaron a conocerlo desde otro lado, me acerqué al mundo audiovisual actuando para cortos y mediosmetrajes, películas locales, a veces asistiendo en arte y también desde el lado espacial. Eso originó que más adelante realizara y montara escenografías de festivales y escenarios en donde pasaban artistas que admiro. En aquellos espacios fue donde aprendí y vivencié experiencias increíblemente reveladoras. La Plata me llenó de esa diversidad de oportunidades y personas, me siento muy agradecida por toda la música, el teatro y el arte que me presentó.
– ¿Cómo es viajar cantando o ser música callejera?
Es una experiencia increíble, aprendés muchísimo de la calle, de las personas, pasan cosas que te cambian, buenas y malas. Viajar es algo que te abre la cabeza, ver otras realidades y sociedades te hace pensar mucho. Los viajes ya de por sí te despiertan emociones y sensaciones, las cosas que suceden cuando uno se entrega al camino parecen predestinadas, se da un efecto de sincronicidad muy fuerte y si uno no genera resistencia al cambio, el camino proveerá el resto. Hay que trabajar mucho la confianza en uno y en los demás. Algo que aprendí viajando es que hay que ser generoso y muchas veces saber recibir ayuda. He viajado por latinoamerica, a veces sola, a veces en grupo, a veces de dúo de tango, he atravesado muchísimas fronteras y países «haciendo dedo» como decimos acá, tocando música y pasando la gorra. Le agarras un ritmo de trabajo que suele ser desgastante pero el feedback, el intercambio con la gente es hermoso y me dejó los mejores recuerdos. Algunos argentinos que viven por el mundo se han sentido emocionados, nostálgicos y agradecidos por simplemente haberles cantado el tango que le gustaba a la vieja o al viejo. Y poder trasladar a alguien en tiempo y espacio, hacerlo sentir más cerca de casa, es impagable. Agradezco esa apertura mutua que sucede a veces, me siento canal de algo que se trasmite. Soy muy sensible y así como he sido feliz por esa proximidad tocando en la calle, en bares o para públicos chicos, también he pasado malos momentos como podrán imaginar y son cosas que suceden a diario. No es fácil pero se aprende mucho.
– ¿Cómo sigue tu carrera?
En principio, lo que sigue es el lanzamiento del capítulo que completa la obra. Por lo pronto seguir creando, aprendiendo, tomando mis clases de canto y de baile por videollamada. Hay que estar en movimiento, creo en la ley de la atracción. De hecho, qué músico no soñó con postularse a los Premios Gardel y hoy ya lo conseguimos. Estoy trabajando con personas nuevas que me están enseñando a salir de mis zonas de confort y explorar, conocer mi escencia, la que soy ahora, ya que estamos en constante cambio. Siento que todo evoluciona aceleradamente. No puedo contar nada, pero pronto habrá noticias de otros lanzamientos por fuera del proyecto de TrapTango, también de música urbana. Lo que deseo ahora es juntarme con aquellas personas que resuenen conmigo, unificar energías. Crear nueva música sin precedentes, hacer la diferencia, hacer colaboraciones con artistas. Celebro la nueva escena, soy muy fan. A decir verdad, son en su mayoría pibes y algunas pocas pibas que se pudieron abrir paso. Por mi parte, me siento identificada. Porque admiro su laburo y soy consciente que las exigencias son otras para una chica en el ambiente. Lo bueno es que el mundo está cambiando y estoy lista para eso. La mística está en dejarse sorprender por lo que vendrá.
– ¿Cómo te imaginás un show?
Sueño con volver a pisar un escenario y ahora, con este proyecto que tanto significa para mí. Lo pensé para el vivo y obvio que ya imagino todo, escenografía, vestuario, coreografías, luces, tiendo a pensar en cada detalle y el proceso creativo va fluyendo. Ahora intento concentrarme en el hoy, me ocupo de las metas a corto, mediano plazo y soy realista. Tengo ganas de que vuelvan los shows presenciales, por su magia y porque son muchos los trabajadores, artistas y técnicos del mundo del espectáculo que su situación laboral pasó a cero por la pandemia. Debería repensarse y adaptarse a los nuevos tiempos como se ha hecho en algunas ocasiones recientes. Aunque ahora estamos en cuarentena súper restringida, es clave no dejar de visibilizar problemáticas como ésta, por la integridad laboral de cada sector y para que los artistas podamos proyectar o al menos soñar con crear un show en vivo. Siempre disfruté pasar del detrás de «bambalinas» hacia adelante, y me entusiasmaría hacerlo como Astrokate. Ojalá me inviten a presentar mi música cuando vuelvan los festivales. Mi deseo es que podamos atravesar este momento tan crítico para el mundo y para la cultura y ahí sí, no nos para nadie. Vengo de una generación imparable con ansias de libertad.
«Me siento diversa porque es la música en sí la que me atraviesa.»