Valeria Llaneza: “Cumplí el sueño de vivir en Nueva York y trabajar en Broadway”

Tiene 34 años y desde hace cinco actúa y trabaja en los Estados Unidos. Cuando comenzó la pandemia fue una de las primeras artistas en hacer obras vía streaming. Si bien alienta a las personas que sueñan con irse a vivir al exterior, advierte que “no es una decisión que se pueda tomar de un día para otro”. Conforme con los logros conseguidos, sueña con volver a la Argentina para mostrar su talento.

Al igual que cientos de miles de argentinos, la actriz, cantante y bailarina Valeria Llaneza armó sus valijas y se fue a vivir y trabajar en el exterior. Pero a diferencia de la mayoría de las personas, que toman esta decisión para escaparle a la crisis económica que desde hace décadas atraviesa la Argentina, Valeria se fue a Nueva York persiguiendo un sueño que tenía de chica. “Siempre quise estudiar y trabajar haciendo comedias musicales, y sin dudas ésta es la mejor ciudad para hacerlo”, dice hoy la artista que en el 2015 armó sus valijas y se fue a vivir a los Estados Unidos. Nació y se crió en una familia de clase media de Haedo, en el partido de Morón, oeste del Conurbano bonaerense. Si su memoria no falla, su amor por el canto y la actuación las heredó de sus abuelos Esperanza y José por el lado de mamá Mónica, y Natividad y Ramiro por el lado de papá Virgilio.

“En casa siempre se celebraban las Fiestas de fin de año y entre toda la familia éramos casi cincuenta personas. Ahí mis abuelos cantaban mientras mi hermano, mis primos y mis tíos actuábamos. Yo tenía 5 años y me empezó a enamorar la idea de ser actriz”, recuerda Valeria. Claro que antes de tomar una decisión final tuvo que elegir entre las tablas del escenario y el Karate-do. “Practiqué artes marciales durante 10 años. Y cuando casi había decidido hacerlo de manera profesional, mi tía Isabel me acercó un folleto de una escuela de Comedia Musical en Haedo, que se llamaba B’Way St. Me anoté y desde la primera clase supe que eso era lo que quería hacer el resto de mi vida”, señala la actriz que este año, en medio de la cuarentena, fue una de las primeras artistas convocadas por varias compañías y productoras estadounidenses para realizar distintas obras y eventos virtuales. En aquella primera escuela de Haedo comenzó a perfeccionarse hasta que terminó el colegio secundario. Luego estudió Dirección Teatral en la Universidad de Palermo, y después se pasó a la Del Salvador, de donde egresó con el título de Licenciada en Arte Dramático. En paralelo hizo canto particular, danza, tap, y teatro con Julio Chávez.

P.D.: Llegaste a Nueva York a los 28 años. ¿Cómo fue esa experiencia?

V.Ll.: ¡Durísima! (carcajadas). Vine a hacer un postgrado en Comedia Musical. Me levantaba a las seis de la mañana y me dormía a las doce de la noche. Eso durante un año y medio. No solo estudiaba sino que también trabaja como asistente en las obras de teatro que se realizaban en la facultad. Quería aprender todo, esto era un nuevo lenguaje y no podía perder la oportunidad. Mirando hacia atrás, valió la pena cada ensayo, cada trabajo, cada materia y profesor, porque de ellos aprendí a elevar mis cualidades artísticas llevándolas a otro nivel; mucho más profesional, genuino y verdadero.

P.D.: ¿En Argentina habías hecho algún papel importante?

V.Ll.: Sí, en el 2008 me dieron el papel de la reina en el musical infantil “Barbie Live, las aventuras de las princesas”, que protagonizó Liz Solari. Estuvimos en el Teatro Opera para las vacaciones de invierno y luego nos fuimos de gira por México, Perú y varias provincias argentinas.

P.D.: Sos la primera actriz que consigue un papel importante y después de una gira internacional se baja para irse… ¡a estudiar de nuevo! ¿En algún momento dudaste?

V.Ll.: ¿Estás diciendo que soy una obsesiva del estudio? (más risas). La verdad, nunca dudé de venir. No me arrepiento, porque ésta es la vida que siempre quise. Gracias a esa decisión cumplí el sueño de vivir en Nueva York y trabajar en los escenarios neoyorquinos.

P.D.: Hoy en Argentina, por la profunda crisis y recesión económica en que vivimos, son miles las personas que piensan irse a probar suerte en otro país. ¿Qué les podés transmitir?

V.Ll.: Les puedo decir que es una experiencia hermosa, pero también muy dura. De un día para otro estás viviendo en una ciudad que no conocés, no tenés familiares, pocos amigos.

P.D.: ¿Qué consejo les darías a aquellos que quieren hacer lo mismo que vos pero no se animan?

V.Ll.: Antes de irse a otro país hay que pensar dónde van a vivir y dónde van a estudiar. Y ser conscientes de que no es una decisión que se puede tomar de un día para otro. Pero si lo hacen con responsabilidad y le agregan sacrificio, la experiencia es maravillosa. Nunca hay que renunciar a los sueños.

P.D.: ¿Cómo fue ser actriz en época de pandemia, con todos los teatros cerrados?

V.Ll.: A causa del coronavirus se paró todo, pero el encierro no me detuvo y decidí hacer obras y lecturas virtuales por streaming. Lo bueno es que durante toda esta etapa seguí trabajando en varios proyectos.

P.D.: ¿Cuál fue el papel más trascendente que hiciste como actriz?

V.Ll.: Cada personaje y cada obra que me tocó interpretar fue importante y tuvo algo especial. En cada proceso encontré desafíos, dificultades y logros. En resumen, hice un poco de todo, pero no podría destacar uno en particular.

P.D.: ¿Qué es lo que más extrañás de Argentina?

V.Ll.: Todo. La pandemia hizo que nos replanteemos y pensemos mucho en los familiares, en los amigos… La modalidad que encontramos es hacer reuniones fa miliares vía zoom así tienen la oportunidad de verme actuar virtualmente. Agradezco la familia que me tocó… (hace un largo silencio y sigue), siempre me apoyan en todo y la distancia no les impide estar presentes.

P.D.: ¿Te gustaría volver a actuar en nuestro país?

V.Ll.: Sí, la idea que tengo ahora es poder viajar y trabajar un par de meses en Argentina y el resto en Nueva York. Solo estoy esperando que se presente la oportunidad.