La Cámara Federal de Casación realizó su primera audiencia por vía remota

La Cámara Federal de Casación realizó su primera audiencia por vía remota

La Cámara Federal de Casación Penal rechazó conceder prisión domiciliaria por la pandemia de coronavirus a un condenado por transporte de estupefacientes en Salta, al término de la primera audiencia remota realizada por el máximo tribunal penal federal de apelaciones del país.

El trámite se cumplió a través de medios informáticos desde los domicilios particulares de tres camaristas de Casación y un fiscal en la ciudad de Buenos Aires y las partes en Córdoba y el Centro Federal Penitenciario Noroeste Argentino, donde está detenido el condenado, Estanislao Liquitay.

Al término del trámite, los jueces Mariano Borinsky, Javier Carbajo y Gustavo Hornos rechazaron conceder la prisión domiciliaria requerida ante la pandemia de Covid-19, informaron fuentes judiciales.

Se trató de la primera audiencia oral de Casación en el marco de la emergencia sanitaria declarada por la pandemia, que se concretó con las plataformas informáticas «Cisco Jabber/Polycom», con asistencia de la Dirección General de Tecnología del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación , explicaron las fuentes.

La Cámara otorgó «plena validez» a las audiencias y actos procesales que se cumplan por vía remota durante la feria judicial extraordinaria a raíz de la emergencia sanitaria a través de cuatro acordadas.

Además de los jueces participaron el fiscal ante esta instancia, Raúl Pleé; el defensor particular del acusado, Héctor Prieto; un delegado de la Procuración Penitenciaria de la Naicón, Facundo Giubergia, y el acusado conectado desde una sala en el penal de Salta.

Liquitay fue condenado a diez años de prisión por «transporte de estupefacientes agravado» por el Tribunal oral en lo Criminal Federal 1 de Salta.

La sentencia está apelada ante Casación pero el detenido pidió arresto domiciliario por la pandemia.

Los jueces escucharon los argumentos y, luego, se dispuso un cuarto intermedio durante el cual deliberaron en forma remota, tras lo cual rechazaron el pedido por «unanimidad» ante la «gravedad de la conducta juzgada» y «riesgo de fuga comprobado».

«La mera invocación de la defensa de encontrarse su asistido dentro del grupo de riesgo frente al Covid-19 no constituye, por sí solo, argumento suficiente para conceder en forma automática el arresto domiciliario», argumentó además el Tribunal.

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