Estados Unidos propone una transición de emergencia en Venezuela sin Maduro ni Guaidó
El Gobierno de Estados Unidos ha propuesto este martes un Marco para la Transición Democrática en Venezuela que plantea por primera vez no solo descartar al actual presidente, Nicolás Maduro, sino también al titular de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, para crear un gobierno de transición que conduzca a unas elecciones «libres».
El enviado especial de Estados Unidos para la crisis venezolana, Elliott Abrams, ha publicado un artículo en el ‘Wall Street Journal’ en el que adelanta esta propuesta, con el objetivo de que Venezuela pueda superar el atolladero político en un momento clave por la expansión del coronavirus.
Propone que Maduro, «que se aferra al poder», y Guaidó, «presidente interino», «se hagan a un lado para que los miembros electos de la Asamblea Nacional de ambas partes (‘chavismo’ y oposición) puedan crear un Consejo de Estado que sirva como gobierno de transición» con el objetivo de celebrar «elecciones presidenciales libres».
El emisario de Washington esgrime que «Maduro no es de fiar», así que «establecer el Consejo de Estado es un paso esencial» para que los venezolanos puedan acudir a las urnas de forma democrática.
La propuesta estadounidense implica que, si bien ni Maduro ni Guaidó estarían en ese gobierno de transición, el líder opositor sí mantendría el cargo de presidente de la Asamblea Nacional hasta la celebración de las elecciones parlamentarias –hacia final de año– y presidenciales.
Posteriormente, en una rueda de prensa, el secretario de Estado, Mike Pompeo, ha aclarado que Guaidó no solo conservaría el cargo, sino que además podría competir en las elecciones presidenciales. «Absolutamente sí. Es el político más popular en Venezuela y lo está haciendo increíblemente bien», ha contestado.
Aunque no se le ha preguntado sobre si Maduro podría ser también candidato, el jefe de la diplomacia estadounidense ha sido enfático: «Maduro nunca volverá a gobernar Venezuela». La persona elegida por los diputados para dirigir el Consejo de Estado tampoco podría participar.
Abrams sostiene en el artículo que «Estados Unidos no apoya a ningún partido político en concreto», por lo que asegura que la Administración de Donald Trump reconocería los resultados de las elecciones presidenciales siempre que fueran realmente «libres», «sin importar el partido que gane», incluido el gobernante PSUV.
No obstante, subraya que «la democracia no va solamente de elecciones», de modo que reclama también un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) y un nuevo Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ambos de carácter «independiente», así como «una prensa libre e independiente».
Asimismo, exige «el fin de los injustos procesos que han llevado a decenas de miembros del Parlamento al exilio y a cuatro a prisión, e impedido a muchos más competir por el cargo, incluido Guaidó».
Sobre el proceso electoral, Pompeo ha considerado fundamental que, además de los cambios señalados, haya observadores internacionales. Además, según sus cálculos, podrían celebrarse en un plazo «de seis a doce meses».