Cabrera dialogó con Lighthizer por el acero y el aluminio
El Ministro de Producción se comunicó con el representante del US Trade Representative para avanzar en el pedido de excepción a los aranceles al aluminio y el acero.
Buenos Aires, 28 de marzo de 2018 – El ministro Cabrera mantuvo una conversación con Robert Lighthizer, representante comercial de EEUU, para avanzar en el pedido argentino de excepción a los aranceles al aluminio y al acero. El llamado ocurrió el martes 27 por la tarde.
El ministro Cabrera se mostró optimista en poder arribar a un acuerdo con el Gobierno de los Estados Unidos en las próximas semanas. “Tenemos que ser prudentes, y a la vez, optimistas. Estamos trabajando muy de cerca con el Gobierno de los Estados Unidos para poder encontrar una solución definitiva que le sirva a las dos partes. Para nuestros exportadores de acero y aluminio es un destino importante para sus productos”, dijo Cabrera.
“El diálogo es posible gracias al trabajo que venimos llevando adelante con nuestra estrategia de inserción inteligente al mundo. De esta manera pudimos abrir una vía para poder negociar e intentar una solución definitiva. Tenemos que ser cautos, porque entendemos que esto ocurre en el marco de un tema global, no sólo contra nuestro país, sino que todos los países están involucrados pero creemos que nosotros no afectamos a la producción local en los Estados Unidos, por lo que tenemos posibilidades de ser exceptuados”, finalizó.
Antecedentes
El 8 de marzo el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump emitió dos proclamas presidenciales por las cuales establece: a) un arancel adicional de 25% a la importación de productos de acero, y, b) un arancel adicional de 10% a la importación de productos de aluminio.
Ante esta medida, los ministros de Producción, Francisco Cabrera, y de Relaciones Exteriores y Culto, Jorge Faurie, enviaron una nota al United States Trade Representative y al Secretario de Comercio, solicitando dar inicio a un diálogo que permita que nuestro país sea exceptuado de cualquier medida restrictiva a las importaciones de acero y aluminio.
El 9 de marzo el Presidente Macri le expresó su preocupación por el potencial efecto negativo de esas medidas al Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en un diálogo telefónico. Trump se comprometió a evaluar su pedido para que la Argentina sea exceptuada de cualquier medida restrictiva que afecte las exportaciones de acero y aluminio hacia los Estados Unidos
El 13 de marzo el secretario de Comercio, Miguel Braun; el subsecretario de Comercio Internacional, Shunko Rojas y el Embajador argentino en los Estados Unidos, Fernando Oris de Roa, se reunieron en Washington con el secretario de Comercio, Wilbur Ross, con el subdirector del Consejo Económico Nacional y Asesor segundo para el Presidente para Asuntos Económicos Internacionales, Everett Eissenstat, y con el vice representante Comercial de los Estados Unidos (USTR), Curtis Mahoney.
Los funcionarios del Gobierno argentino dialogaron con las autoridades correspondientes de los Estados Unidos con miras a lograr la excepción de esos aranceles para las exportaciones argentinas de ambos productos. La comitiva nacional consideró que se trató de un encuentro con un “buen clima de diálogo” por parte de los funcionarios norteamericanos.
El 21 de marzo los ministros Cabrera y Faurie enviaron de manera formal una carta dirigida al representante de Comercio de los Estados Unidos, Robert Lighthizer, solicitando la excepción a los aranceles al acero y al aluminio para que no afecten a las empresas argentinas que exportan a los Estados Unidos.
Entre los argumentos mencionados en la carta se hizo hincapié en la cooperación en defensa y seguridad nacional entre ambos países, que además comparten una fuerte relación comercial bilateral y que cuentan con varios mecanismos institucionales para abordar asuntos de comercio e inversión, incluido el Acuerdo Marco de Comercio e Inversión bilateral entre Estados Unidos y Argentina y el Diálogo Comercial entre el Ministerio de Producción y el Departamento de Comercio.
Además, la misiva mencionó el superávit significativo de los Estados Unidos en su relación comercial con la Argentina que se vería significativamente incrementado por la restricción a la importación de productos de acero y productos de aluminio desde nuestro país.
La Argentina argumentó que las exportaciones de acero no desplazan la producción nacional de los Estados Unidos y no amenazan con perjudicar la seguridad nacional del país.