La primera expedición de argentinos al Polo Norte fue acompañada por #DukeIndumentaria
La primer travesía al Polo Norte tuvo como finalidad alertar sobre el cambio climático y estuvo acompañada por Duke, una empresa que sabe de desafíos
El objetivo de la hazaña consistió en despertar la atención de la sociedad y concientizar sobre el problema del derretimiento que sufren los polos por el calentamiento global, una urgencia medioambiental que atenta con la seguridad humana.
Además de difundir un mensaje ambiental, el grupo conformado por nueve expedicionarios, la mayoría militares especialistas en montaña y un documentalista- aprovecharon para colaborar con el Instituto Antártico Argentino (IAA) en la recolección de muestras de agua a cinco metros de profundidad y en la perforación del pack de hielo en diferentes latitudes, a fin de que los científicos locales puedan realizar comparaciones entre las condiciones en ambos polos.
Esta expedición fue promovida por la Fundación Criteria, una ONG preocupada por temas de la seguridad humana. También contó con el apoyo del Ejército y estuvo acompañada por una empresa que entiende de desafíos, la empresa Duke. Ésta es una empresa especialista en indumentaria técnica que suele emprender originales estrategias y desafíos para mostrar su marca, y fue quién desarrolló los uniformes para esta primer expedición al Porlo Norte.
“Confeccionamos muchos uniformes durante 30 años, pero desarrollar éstos para la primer expedición de Argentinos al Polo Norte, sin duda nos llena de orgullo y nos emociona en lo más profundo”, dijo José Luis Mastronardi, tiutlar de la empresa.
La travesía se inició en Barneo, la estación rusa transitoria, montada durante dos meses sobre la masa polar derivante, a dos grados del Polo Norte y administrada por el Instituto Ártico-Antártico Ruso. Uno de los expedicionarios permaneció en Barneo para servir de enlace y coordinar eventuales salvatajes. El recorrido se extendió por unos 120 kilómetros de travesía, avanzando de 10 a 15 km diarios, arrastrando 50 kg de carga cada uno y soportando temperaturas de -25 grados.
Para enfrentar este histórico desafío todo el equipo se preparó durante un año con entrenamientos intensivos que incluyó desplazamientos por glaciares en el Tronador y en Caviahue. Pero la mayoría de ellos están acostumbrados a las condiciones extremas que fueron enfrentadas ya que todos son experimentados andinistas.