El Festin, el precio de la corrupción

¿Un mal de nuestro tiempo o un mal de todos los tiempos? Descubrirlo es lo que pretendemos y ponerlo en evidencia es la finalidad. El humor es el mejor espejo para mostrar debilidades y carencias. EL FESTIN pretende ser ese espejo donde cada uno de ustedes se refleje y tenga la oportunidad de preguntarse:»¿Ese soy yo?», o negar:» ¡No! ¡Yo no soy ese». Despertar su curiosidad es el primer paso, rechazar a los corruptos es el fin perseguido.

 

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